Cereales infantiles para propiciar el crecimiento y desarrollo de los bebés
Estamos claros de que un bebé necesita energía y nutrientes para crecer y desarrollarse adecuadamente y, una vez que inicia el proceso de alimentación complementaria a la leche materna, se vuelve clave la correcta selección de los alimentos, a fin de lograr suplir esas necesidades.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía para todo ser humano y no es diferente para los bebés, de manera que alimentos como los cereales, las frutas, los vegetales y la leche materna ‒en este caso‒, serán los principales integrantes de su alimentación.
Los cereales infantiles son ‒de las opciones que ya mencionamos‒ una excelente herramienta para propiciar un buen crecimiento y desarrollo, dado que pueden contener hasta 9 veces más nutrientes esenciales para el bebé, que los cereales que se podrían preparar en casa.
Hay que tener muy presente que no solo nos interesa cumplir con la energía que el bebé necesita, sino con los nutrientes que harán que sus órganos y sistemas funcionen correctamente.
¿Por qué incluir cereales infantiles con trigo después de los 6 meses de vida?
Existen lineamientos o guías para saber con cuáles alimentos iniciar el proceso de alimentación complementaria. En algunos casos, la recomendación es iniciar con frutas y, en otros, con cereales e, incluso, con vegetales, pero lo que se mantiene en todos los casos es que la intensión es introducir un alimento a la vez y probar qué tan bien lo tolera el bebé dando exclusivamente ese alimento por 3 días consecutivos. De esta manera podremos retirar temporalmente de la dieta aquel alimento que no sea bien tolerado o que cause alergia.
Los lineamientos de inclusión de alimentos se basan en criterios como los de la Academia Americana de Pediatría, la cual ha indicado, por ejemplo, que es adecuado para los bebés, en su segundo semestre de vida, la inclusión de cereales como el Nestum arroz, la avena y Nestum de trigo y miel*.
Se ha visto, en estudios, que incluir cereales ricos en gluten ‒ como el trigo, el centeno o la cebada ‒ antes de los 7 meses de vida, puede ser conveniente para reducir, más adelante, el riesgo de sufrir enfermedad celiaca. La enfermedad celiaca es una complicación gastrointestinal que se presenta cuando el organismo reacciona a la proteína de este tipo de cereales y dicha reacción puede ir deteriorando el buen funcionamiento del intestino.
Este tiempo, en el cual se pueden incluir ciertos alimentos que tienen el potencial de generar alergias, con el fin de que su introducción no tardía pueda reducir el riesgo de que la alergia se presente, es lo que se conoce como ventana de oportunidad y es, también, respaldado por la Academia Americana de Alergia, Asma e Inmunología.
Es importante, asimismo, tener en cuenta que el segundo semestre de vida es un buen momento para la inclusión de este tipo de alimentos pues, aún se mantiene un consumo importante de leche materna, alimento que brinda un factor adicional de protección dada su capacidad de regular las funciones del sistema inmune.
Beneficios de los cereales infantiles
Veamos algunos beneficios que podría encontrar una madre en un cereal infantil fortificado y elaborado con yogurt, respecto a un cereal elaborado en casa con los mismos alimentos base.
Hallaríamos:
- Entre 85% y 90% más vitamina C y hierro, los cuales el bebé requiere para fortalecer todo su sistema de defensa a las enfermedades; además, el hierro también le será de utilidad para transportar oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo por medio de la sangre.
- Entre 75% y 80% más vitamina A, la cual, además de fortalecer el sistema de defensas, es parte importante para el desarrollo de sus capacidades visuales.
- Alrededor de un 25% más de zinc, indispensable para el sistema de defensas y en la prevención y manejo de las diarreas.
Los cereales infantiles cumplen varios propósitos en la alimentación del bebé, aspecto que los hace la opción ideal para inicial la alimentación complementaria, a saber:
- Son fáciles de preparar, por lo que no le implican ‒a la madre‒ gran dedicación de tiempo en la elaboración.
- Han sido mejorados nutricionalmente, al fortificarlos con nutrientes que se reconoce que son críticos en la alimentación del bebé y que, dada su capacidad gástrica reducida, son una excelente herramienta para cubrir las necesidades nutricionales que solo con los alimentos regulares sería difícil de alcanzar.
- Al ser cereales, su principal componente son los carbohidratos, por lo que son alimentos ricos en energía, la cual el bebé necesita para mantenerse activo durante el día y para propiciar su correcto desarrollo.
Además, el proceso de elaboración permite que el tamaño de las partículas sean más pequeñas que las que se podrían lograr preparando un cereal casero y esto le facilita al bebé poder tragarlos.
La inclusión de yogurt y probióticos como el Bifidus BL –similar al probiótico de la leche materna‒, ayuda a mantener saludable el sistema digestivo del bebé e, incluso, a reducir el riesgo de sufrir diarreas o alergias de piel.
En síntesis, nuestro Nestum 5 cereales infantiles permiten cubrir las necesidades nutricionales del bebé pues complementan muy bien con la leche materna y con otros alimentos que se le introduzcan luego de los 6 meses.
AVISO IMPORTANTE
La miel desempeña un papel crucial en el desarrollo del gusto, sobre todo en los primeros años de vida, ya que introduce a los lactantes en una gama diversa de sabores y ayuda a formar su paladar.
Sin embargo, la miel puede contener la bacteria causante del botulismo infantil. En consecuencia, la miel no debe introducirse antes de los 12 meses de edad, a menos que las esporas de Clostridium botulinum hayan sido inactivadas mediante un tratamiento adecuado de alta presión y alta temperatura, como el utilizado por la industria.
Siempre que se utiliza miel en nuestros productos, se somete a un tratamiento validado externamente que garantiza que nuestros productos son seguros para el consumo.