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La nutrición materna durante el embarazo, puede influir en la salud de tu bebé durante toda su vida
Tener una dieta saludable durante el embarazo, es clave para el desarrollo y crecimiento del bebé. Incluso, puede disminuir el riesgo para tu pequeño de padecer futuras enfermedades tales como diabetes, hipertensión y obesidad.
Además de comer la cantidad diaria recomendada de calorías durante el embarazo, consumir la combinación adecuada de alimentos ricos en nutrientes puede ayudar a que tu bebé esté saludable desde que nace hasta mucho tiempo después.
Tu bebé puede sentir algunos sabores de los alimentos que comes durante el embarazo y la lactancia
Las preferencias de sabores de tu bebé se pueden influenciar desde la etapa más temprana.
Por ejemplo, algunos de los aromas de tu dieta, como el ajo, el curry, el anís, el plátano y la vainilla pueden atravesar la placenta y llegar al líquido amniótico durante el embarazo, lo que significa que el bebé está expuesto a algunos sabores incluso antes de nacer.
De manera similar, los sabores de algunos de los alimentos que consumen las mamás en la etapa de lactancia llegan hasta la leche materna, donde comienzan a influenciar las futuras preferencias de los bebés.
La proteína de la leche materna es uno de los nutrientes más importantes para los bebés
La leche materna tiene un conjunto de nutrientes adaptados para los requerimientos del bebe, dentro del cual la proteína es uno de los nutrientes esenciales más importantes. Casi todos los aspectos del crecimiento de tu bebé dependen en parte de la proteína.
Es el componente esencial de nuestro tejido corporal: músculos, órganos, enzimas, hormonas, sangre, piel, cabello y más.
Es especialmente importante para los bebés, ya que crecen rápidamente y necesitan más proteína por cada kilogramo de peso corporal, en comparación con los niños y los adultos.
La proteína de la leche materna fomenta un crecimiento y un desarrollo adecuados, debido a que su cantidad y calidad corresponden exactamente a las necesidades del bebé.
Los nutrientes y las calorías de la leche materna cambian para satisfacer las necesidades de tu bebé
La leche materna no es un menú fijo. Su composición se adapta constantemente a las necesidades de tu bebé y cambia a lo largo de la lactancia, incluso durante una misma sesión de alimentación.
Conforme observas las señales de hambre y satisfacción de tu bebé, éste puede consumir la cantidad adecuada de leche materna para un crecimiento saludable. Los nutrientes que contiene tu leche materna cambiarán junto con tu bebé conforme crece y se desarrolla.
Cada madre produce su propia leche, la que es única porque su dieta afecta la cantidad de algunos nutrientes, como vitamina A, vitamina D, vitaminas del complejo B, yodo, ácidos grasos esenciales y el ácido graso polinsaturado de cadena larga, DHA.
Es importante que la mamá consuma una dieta saludable mientras amamanta y que beba mucha agua y otros líquidos para ayudarle a la producción de leche.
La leche materna protege a tu bebé contra enfermedades durante la infancia y después de ésta
La leche materna es el alimento ideal para tu bebé durante los primeros 6 meses de vida y la mejor base posible para una vida saludable.
La leche materna ayuda a proteger a los niños contra la diarrea, las infecciones respiratorias y las enfermedades alérgicas.
Los efectos protectores de la leche materna van mucho más allá de los efectos inmediatos durante la infancia y la niñez. Se cree que la lactancia también juega un papel en la disminución del riesgo de padecer algunas enfermedades importantes en la vida adulta, como obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas e hipertensión.
Después de los 6 meses de edad, la leche materna no es suficiente para satisfacer todas las necesidades alimenticias de tu bebé en desarrollo
Después de los 6 meses de edad, la leche materna no es suficiente para satisfacer los requisitos de algunos nutrientes, especialmente energía, proteína, hierro, zinc y las vitaminas solubles en grasa A y D.
Es por eso que comienza la alimentación complementaria y los bebés deben empezar a comer nuevos alimentos que aportan diversos nutrientes como papilla de verduras, frutas y cereales infantiles.
Durante el primer año de vida de tu bebé, sus necesidades nutricionales son mayores que las de un adulto
Los bebés tienen guatitas pequeñas, pero grandes necesidades nutricionales.
Debido a su extraordinario ritmo de crecimiento y desarrollo, en combinación con sus pequeños estómagos, los bebés y los niños pequeños requieren alimentos que sean ricos en nutrientes y que también aporten energía.
Los hábitos alimenticios saludables se adquieren en la primera etapa de vida
Al cumplir los dos años de edad, los patrones de dieta de los niños se establecen y permanecen relativamente constantes a lo largo de sus primeros años.
Los niños que prefieren la variedad en sus opciones de alimentos podrían conservar esta preferencia a lo largo de su niñez, y después.
Los primeros 2 años de vida son un período crucial en el que los padres pueden intervenir para establecer patrones saludables que podrían durar toda la vida.
Muchos niños en edad de aprender a caminar prefieren consumir alimentos a los que están acostumbrados
No presiones a tu niño pequeño para que coma, pero tampoco te des por vencida si se niega a comer sus verduras. En ocasiones, los niños tienen que probar un alimento nuevo hasta 8 veces antes de disfrutarlo.
Recuerda que bien valdrá la pena a largo plazo.
Ofrécele a tu niño una variedad de alimentos, de este modo, aumentarás las probabilidades de que consuma alimentos que no había probado antes.
Conforme los niños comen en la mesa familiar, reflejan patrones de dieta de hermanos y adultos
Conforme los niños se vuelven más independientes para comer y están conscientes de lo que los demás están comiendo, es importante ser un buen ejemplo a seguir en la mesa familiar para que tu niño pueda aprender de ti la manera de elegir alimentos saludables y establecer preferencias alimenticias saludables. Incluye frutas y verduras en las comidas, y si tú y otros miembros de la familia consumen estos alimentos, esto aumentará la probabilidad de que tu niño los consuma también.
Algunas de nuestras preferencias en cuanto a sabores son innatas, mientras que otras se aprenden. Por ejemplo, los niños gustosamente comen puré de manzana sin endulzar, sin embargo, si se acostumbran a comer puré con azúcar adicionada, es más probable que posteriormente prefieran la versión endulzada. Lo mismo ocurre con los alimentos salados.
Continúa educando el paladar de tu niño con nuevos alimentos en la mesa familiar que no estén demasiado sazonados con azúcar y sal adicionales.
Fuentes:
Ventajas Nutricionales de La Leche Materna, Dr Óscar Brunser, www.nestle-pediatria.cl.
Guía de alimentación del niño menor de 2 años, Ministerio de Salud.
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