Importancia de la hidratación del bebé y pequeño
Mantener una adecuada hidratación, es fundamental para la salud en todas las etapas de la vida, ya que el agua representa el componente más abundante en el cuerpo humano y se requiere para múltiples reacciones biológicas.
La necesidad de hidratación es básica en la salud del niño y en adultos, e indispensable en la alimentación del niño; para ellos es más importante tomar agua, pues tienen menos capacidad de transpirar, por ende, su temperatura corporal aumenta con mayor rapidez que los adultos, especialmente en la época de más calor. La necesidad de tomar agua es indispensable para la salud del niño y un elemento ideal para la alimentación del niño.
Las pérdidas diarias de agua que ocurren normalmente en el organismo (orina, sudor, heces, respiración, etc.), deben ser contrarrestadas con un adecuado consumo, para mantener el equilibrio y prevenir la deshidratación. En la infancia, dicha condición puede representar un peligro mucho mayor que en el caso de los adultos.
Afortunadamente, los bebés menores de 6 meses, en pocas ocasiones, requieren de agua adicional a la leche materna, ya que esta cubre todos sus requerimientos diarios. Después de los 6 meses de edad, debe prestarse mayor atención a las necesidades de líquidos, ya que las tomas de leche disminuyen y son sustituidas por otros alimentos.
Edad |
Ingesta adecuada |
0-6 meses |
0.7 |
7-12 meses |
0.8 |
1-3 años |
1.3 |
En la salud del niño, generalmente, es la sed es el mejor indicador de la necesidad de consumir agua y suele ser suficiente. Según el Instituto de Bebidas para la Salud y Bienestar, para ser un aporte en la alimentación del niño, la hidratación debe provenir en un 80% de líquidos y 20% restante de los alimentos.
La cantidad de agua que se debe consumir por día para beneficiar la salud del niño, varía considerablemente dependiendo de la alimentación del niño, la actividad física que realice y la temperatura: si realiza bastante actividad física en un día caluroso, probablemente se necesitará agregar a la alimentación del niño más alimentos que lo hidraten.
Para beneficiar la salud del niño podemos hacer las siguientes acciones:
- Programa recesos en los juegos de tus hijos al aire libre para que beban agua.
- Ofrece y agrega a la alimentación del niño alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras.
- Envía a tu hijo al jardín infantil o al colegio con bastante líquido y agrega a la alimentación del niño alimentos que contengan agua.
¿Cómo saber si un bebé está deshidratado?
No siempre hay un indicador 100% acertado en cuanto a la necesidad del cuerpo de ingerir agua, sin embargo, hay algunos síntomas que te permitirán detectar los síntomas de deshidratación y así afecte la salud del niño. Algunos de ellos son:
- Ausencia de lágrimas.
- Sequedad de boca, lengua y piel.
- Ojos hundidos.
- Piel color grisácea.
- No mojar el pañal o hacer menos pis de lo habitual
- Zona blanda en la parte superior de la cabeza (mollera o fontanela) hundida.
- Irritabilidad o somnolencia
Recuerda que debes consultar a tu médico y/o pediatra ante cualquier duda y aparición de estos síntomas.
¿Qué hacer si el pequeño está deshidratado?
Si tu pequeño aún está lactando lo que puedes hacer es aumentar las tomas, especialmente en el verano y días de calor excesivo. Si por el contrario ya ha comenzado con la alimentación complementaria, puedes ofrecer agua y también ciertas frutas y/o verduras para potenciar la hidratación.
Frutas y verduras que ayudan a la hidratación de tu pequeño mayor a 1 año
Hay varias frutas y verduras que son ricas en agua y pueden ayudar a mantener a los niños hidratados. Algunas opciones incluyen:
- Sandía: la sandía es una fruta muy hidratante ya que está compuesta principalmente de agua y contiene muy pocos azúcares. Además, es rica en vitaminas A y C.
- Melón: el melón es otra fruta con un alto contenido de agua. También es una buena fuente de potasio y vitamina C.
- Fresas: las fresas son una fruta baja en calorías y rica en agua. También son una buena fuente de vitamina C y antioxidantes.
- Pepino: el pepino es una verdura muy refrescante que contiene alrededor del 96% de agua. También es una buena fuente de fibra y vitamina K.
- Tomate: el tomate es otra verdura que es rica en agua, con alrededor del 94% de su peso compuesto de agua. También es una buena fuente de vitamina C y licopeno.
- Lechuga: la lechuga es una verdura hidratante con un alto contenido de agua. También es una buena fuente de vitamina K y ácido fólico.
- Zanahorias: las zanahorias son una buena fuente de fibra y vitamina A, y también tienen un alto contenido de agua.
Es importante recordar que no solo la ingesta de alimentos puede mantener a los niños hidratados, sino también el consumo de agua y otras bebidas saludables.
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