¿Dónde debe de dormir el bebé?
La llegada de un bebé a la casa marca un antes y un después en vida de todos los padres y dormir es uno de los aspectos que más cambia.
Hay varias corrientes entorno a dónde debe dormir el recién nacido, en la cama con los padres, en el mismo cuarto de los padres o en un cuarto aparte; y lo que debe privar para preferir una sobre la otra es la seguridad del bebé y el poder establecer con él o ella, buenas relaciones padre-hijo. La forma que se considera más apropiada es que el bebé duerma durante los primeros meses (de 3 a 4 meses) en una cuna junto a la cama de los padres, esto permitirá que el niño esté bien supervisado y le sea fácil a la mamá amamantarlo durante la noche.
Luego de este tiempo, los padres pueden tomar la decisión de pasar la cuna al cuarto propio del bebé para darle independencia y también para retomar ellos mismos su espacio de pareja o espacio individual.
Cuando ya el bebé esté en su propio cuarto será importante:
• Procurar que el cuarto no sea un lugar muy frío ni muy caliente para que pueda dormir cómodamente.
• Mantener la puerta entreabierta.
• Colocar junto a la cuna un intercomunicador para poder escuchar sus movimientos durante la noche.
• Colocar la cuna lejos de ventanas o sitios que puedan implicar peligro.
• No colgar móviles a la mano del bebé para evitar accidentes si trata de jalarlos.
• No colocar al bebé boca a bajo para dormir porque esta práctica se ha asociado con mayores accidentes durante el sueño.
• No utilizar almohadas, ya que no se recomienda hacerlo antes de los 2 años.
Qué se debe considerar al escoger una cuna:
• Debe ser de buen tamaño, para permitir que el bebé pueda hacer uso de ella por varios meses.
• Debe estar revestida con un material acolchado y no tener ningún tipo de punta o extremo que pueda causar daño.
• El colchón debe ser duro para que ni el cuerpo ni la cabeza del niño se hundan en y debe quitársele el plástico en el que vienen recubiertos los colchones para evitar riesgos de asfixia.
• La estructura debe ser estable, los barrotes no deben estar muy separados para que la cabeza del bebé no pueda quedarse atorada ahí.
Puede ser útil en el proceso de transición del cuarto de los padres al suyo propio que las siestas durante el día las realice en una cuna en su nuevo cuarto para que cuando le toque dormir ahí sólo, no se sienta que está en un lugar extraño.