Enseña a tu pequeño a amar la comida saludable, ¡para siempre!
Quizás uno de los trabajos más importantes como padre es ser un buen modelo a seguir, especialmente cuando de alimentación saludables se trata. Pero, ¿cuánto impacto tiene lo que come y bebe ahora, en el futuro de tu pequeño?
Los beneficios de ser un modelo a seguir saludable
1. Es más probable que tu bebé coma una variedad de alimentos saludables (frutas y verduras, carnes magras, cereales integrales) si ve que tú también los comes.
2. Despertar sus papilas gustativas a los sabores de las frutas y verduras ahora significa que hay una mayores probabilidades de que continúe comiéndolas cuando sea mayor.
3. Si tu pequeño te ve probando sin problemas nuevos alimentos, puede sentirse tentado a probarlos también.
4. Si bebes agua con cada comida, tu bebé estará más inclinado a hacer lo mismo.
5. Según estudios, cuando los niños de un año observan y aprenden de los hábitos alimenticios saludables de sus padres, es más probable que coman verduras con más frecuencia cuando tienen dos años.
Los efectos de ser un mal modelo a seguir
1. Los niños pequeños consumen más bebidas endulzadas con azúcar cuando sus padres beben bebidas similares.
2. Servir alimentos ricos en calorías (comida rápida) puede aumentar la ingesta de sal de tu bebé y disminuir su ingesta de ciertos nutrientes, como el calcio.
3. Estudios sugieren que los tipos de comida que ingieres tú, están relacionados con lo que comerá tu bebé. Entonces, si estás comiendo papas fritas, galletas y pasteles, es más probable que tu bebé haga lo mismo.
4. Es menos probable que tu bebé coma verduras si tú tampoco las comes.
5. Si tu bebé nunca te ve bebiendo agua, es posible que no aprenda a gustarle el agua.
Cómo poner en marcha un plan de hábitos alimenticios saludables
Dar un buen ejemplo a tu bebé, muchas veces puede ser más fácil de decir que de hacer. Sigue estos útiles consejos sobre qué comportamientos modelar y cuáles evitar en la mesa.
Sirve una variedad de frutas y verduras coloridas todos los días, al menos una de cada una en las instancias de comida. Deja que su bebé elija entre una selección.
No te quedes atascada en la rutina de servir solo alimentos que sabes que le gustan.
Ofrécele a tu bebé porciones razonables de alimentos saludables. Déjalo decidir cuánto quiere comer y ofrécele más si muestra signos de hambre.
No lo presiones para que coma "una cucharada más", ya que esto puede llevarlo a comer cuando no tiene hambre, a estar menos interesado en la comida, lo que eventualmente lo hará más exigente con la comida cuando sea mayor.
Prepara la misma comida para todos en la mesa. Los alimentos que elijas ofrecer deben incluir algunos que sepas que tu bebé disfrutará. Si también hay algo nuevo, es una oportunidad para que lo pruebe. No es necesario preparar una comida especial separada para tu bebé. Siempre puedes reservar una porción de alimentos saludables del menú familiar para tu bebé, para cortar en pequeños trozos y dejar libre de sal o azúcar agregada.
No te limites a ofrecer comida en puré a tu pequeño. A esta edad, necesita experimentar una variedad de texturas diferentes.
Mantén un tazón de fruta en la mesa para que tu bebé pueda señalar fácilmente algo que le gustaría comer.
No uses la comida como recompensa por su buen comportamiento. Sobornar a tu bebé con un dulce para que se termine las verduras puede significar que siempre lo esperará.
Deja que tu bebé te escuche decir "estoy lleno" y luego asegúrate de dejar de comer. Enséñale cómo expresar que está lleno, con palabras o gestos, y luego respeta lo que te dice, incluso si no ha terminado todo lo que tiene en el plato.
No te preocupes demasiado si tu bebé no come mucho en una comida. Si tiene hambre, lo compensará en la próxima.
Intenta introducir una nueva fruta o verdura al menos una vez a la semana en las comidas y experimenten juntos un viaje de nuevos sabores.
¡No te rindas! El hecho de que a tu bebé no le gustó algo la primera vez, no significa que no le gustará en el futuro.
Sources
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Last revised: March, 2018