Los cólicos y el sueño del bebé
Es importante reconocer y tratar los cólicos ya que no sólo afecta la calidad de vida del bebé, sino que también altera las dinámicas de convivencia de la familia.
Los lactantes que padecen cólicos experimentan con frecuencia perturbaciones del sueño, que los afecta tanto a ellos como a sus padres. Los cólicos producen llanto excesivo que puede mantener despierta a la familia y crear ciclos de estrés. Es importante reconocer y tratar los cólicos ya que no sólo afecta la calidad de vida del bebé, sino que también altera las dinámicas de convivencia de la familia.
¿Cómo ayudar a los bebés con cólicos a conciliar el sueño?
Una forma de tratar los cólicos del bebé y aportar al sueño del bebé, es identificar cuando el bebé tenga sueño para ponerlo en su cuna tan pronto como se muestre cansado. Si no se lo pone a descansar, el lactante puede ponerse irritable debido a los cólicos y esto puede dificultar aún más los intentos por calmarlo y que concilie el sueño.
Cuando los bebés sufren de cólicos, es difícil llevarlos a la cama, por lo que es conveniente desarrollar rutinas, con estas señales, hasta los bebés más pequeños llegan a entender; un baño tibio y relajante antes de dormir siempre le ayudará a conciliar mejor el sueño, asimismo, aportará a calmar los cólicos.
Antes de ponerlo a dormir, es aconsejable, sobre todo para aliviar los cólicos, darle un masaje relajante y hablarle o cantarle suavemente. Sonidos rítmicos como el de las olas del mar, el latido de tu corazón o una música suave y tranquila pueden hacer que el bebé se duerma relajadamente, evitando que los cólicos alteren su sueño.
Si llora en la cuna y no se quiere dormir se le puede tomar en brazos y mecerlo suavemente. Al estar en los brazos de su mamá lo hace sentirse más seguro, y conciliar el sueño más placenteramente.
En caso de que el pequeño esté alimentándose con leche materna, lo ideal es que la madre no consuma cafeína ya que se puede estimular al bebé, ponerlo inquieto y alterar el sueño. Es importante enseñarle al bebé desde que nace la diferencia del día y la noche; por eso durante la noche hay que atenuar las luces y mantener un ambiente tranquilo y relajado.