El embarazo y el cuidado de la piel
Existen distintos tratamientos para atenuar los cambios de nuestra piel durante y después de tu embarazo, sobre todo en las zonas más afectadas: abdomen, caderas y pechos.
Aunque el estar embarazada es una gran etapa donde vivimos grandes cambios, la preocupación por el cuidado de nuestro cuerpo también es un tema. Entre ellos está la elasticidad de la piel durante el embarazo. Tememos que se “suelte” después del parto, con mayor razón si existe sobrepeso o esperas mellizos.
Existen distintos tratamientos para atenuar los cambios de nuestra piel durante y después de tu embarazo, sobre todo en las zonas más afectadas: abdomen, caderas y pechos.
Las estrías son los efectos más notorios del embarazo. Las cremas para prevenirlas ayudan a mantener la flexibilidad de la piel y atenuar su aparición, sin embargo, esto se logra si somos constantes desde el momento en que comienzan a aparecer.
Se debe tener una rutina en el cuidado de pechos y abdomen, masajeándolos todos los días, por lo menos, dos veces, por la mañana y por la noche. Otra rutina que sirve para cuidar la piel es terminar la ducha con un chorro de agua fría, aunque no es agradable, la piel queda tonificada.
Otra forma de evitar la aparición de estrías es usar un sostén de buena calidad y tirantes anchos que mantengan los pechos en su lugar, esto te ayudará a evitar la aparición de estrías.
Las abuelas aconsejaban varios trucos contra las estrías: masajear la piel con regularidad empleando aceite de almendras o aceite de rosa mosqueta. En cuanto a los aceites esenciales, no todos son recomendables y, en algunos casos, son contraindicados durante el embarazo, después del parto y en la lactancia. Cuídate también de los aceites que puedan provocar reacciones alérgicas.
¡Come, muévete durante embarazo!
La preservación de la piel también incluye una buena alimentación y un buen estado físico. Aunque no todas son dadas al deporte, un ejercicio suave, algunos movimientos de gimnasia adaptados a tu condición física basados en la respiración abdominal y en el trabajo de los músculos pectorales serán útiles para tu tonificación muscular. Las sesiones de natación son lo mejor para este fin.
Después del parto, la acumulación de tejido adiposo debería disminuir. Te recomendamos adoptar por una alimentación equilibrada y variada, que proporcione 5 frutas y verduras al día, además de proteínas de alta calidad e hidratos de carbono complejos en cantidades suficientes. Evita consumir en exceso alimentos grasos y con alto contenido de azúcar, estos pueden provocar efectos adversos en tu piel y pueden ser peor a largo plazo.
Alimentos para la belleza de la piel después del embarazo
Algunos alimentos son amigos de tu piel: los ácidos grasos omega 3, presentes en los aceites marinos y de canola, en el salmón y otros pescados grasos, mejoran la calidad de la piel. Por ejemplo, una cucharada sopera de aceite de canola contiene tanta cantidad de ácido graso omega 3 como 70 g. de salmón, o 150 g. de atún. Por lo tanto, puedes alternar el aceite de canola con el aceite de nuez en tus ensaladas del mediodía y la noche, y consumir una porción de pescado graso (120/150 g.) dos o tres veces por semana.
El adecuado aporte de vitamina A, presente en la mantequilla y huevos, así como el de provitamina A o betacaroteno en verduras como el zapallo y la zanahoria son también importantes. Por el contrario, la vitamina A aportada por suplementos puede ser peligrosa para el bebé, porque las dosis pueden ser elevadas.
Bebe suficiente agua (1,5 a 2 litros de agua diarios) para mantenerte hidratada y ayudarás a que tu piel mantenga la elasticidad.
Después del parto y de haber recuperado la elasticidad y solidez del perineo mediante ejercicios diseñados para este fin, podrás retomar tus sesiones de gimnasia para movilizar las reservas adiposas que se instalaron en tus caderas. La natación es un deporte excelente para retornar al estado físico que tenías antes del parto, porque la presión del agua estimula y refuerzan el trabajo de tus músculos
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