¿Cómo me alivio de los calambres y las piernas hinchadas?
Durante el embarazo intenta consumir alimentos ricos en calcio, magnesio y vitaminas del grupo B.
La maternidad para muchas mujeres se vuelve un tanto problemático con la aparición de calambres e hinchazón durante el embarazo. No es nada que no podamos controlar, pero la espera de nuestro bebé a veces se complica con los calambres en las pantorrillas, que pueden producir problemas al dormir. Estar embarazada y experimentar estas molestias es frecuente y posiblemente está relacionado con carencias de calcio, magnesio y potasio.
Si estando embarazada sientes además que tus piernas te pesan demasiado, puede ser responsabilidad de una mala circulación y los efectos de las hormonas del embarazo, estrógenos y progesteronas.
¿Qué debemos hacer en el caso que esperemos a nuestro bebé y suframos estos problemas?
Durante el embarazo intenta consumir alimentos ricos en calcio, magnesio y vitaminas del grupo B. El pan, las legumbres y los frutos secos también te aportan durante el embarazo porque contienen calcio y vitaminas del complejo B. No olvidemos la vitamina E, presente en un puñado de nueces, almendras o avellanas.
En el embarazo se recomienda utilizar zapatos bajos, evitando agravar el desplazamiento del centro de gravedad, eliminando sobrecargas en la columna. Mientras esperas tu bebé también es saludable que masajees tus piernas, elevándolas mientras estás recostada y mojándolas con agua fría, lejos del sol.
¿Qué hago con la hinchazón?
Los edemas son una acumulación de agua que generalmente se debe a las modificaciones hormonales relacionadas con el embarazo. Por eso si esperas a tu bebé y tus tobillos tienden a desaparecer no te asustes, esto es debido al aumento de la progesterona, que incrementa la permeabilidad de los vasos capilares cuyas paredes dejan pasar líquidos a los tejidos. La hinchazón en el embarazo se relaciona también con la retención de agua y sal a nivel de los riñones, y un aumento del volumen sanguíneo, destinado a llevar una suficiente cantidad de sangre al bebé, además de una disminución del retorno venoso debido a las compresiones en el bajo vientre.
Si durante el embarazo tienes este problema, no tomes decisiones por ti misma. Consulta con tu médico y no elimines la sal ni tomes diuréticos en el caso de un edema moderado. Para prevenir estas molestias mientras esperas a tu bebé toma agua, leche, té, jugo de fruta y líquidos similares, paradójicamente son recomendables para reducir la hinchazón si estás embarazada.
Si en el embarazo tu edema es mayor, consulta a tu médico y controla regularmente tu peso, especialmente si tienes la presión alta. Recuerda que previo a la llegada de tu bebé puedes tener este tipo de complicaciones, pero no te asustes, el bebé no corre peligro y a partir del tercer trimestre te comenzarás a sentir mejor, lentamente tu organismo se acostumbrará a su nuevo estado de equilibrio hormonal.
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