Fertilidad de la mujer. Consejos prácticos para aumentarla
No hay nada más lindo que recibir la noticia de que pronto tendrás un bebé, pero antes de que ese gran momento llegue, hay que preparar a tu cuerpo para esta hermosa etapa.
Cada mujer es distinta y la fertilidad depende de su funcionamiento. Aquí te damos algunos consejos para fortalecerla y recibas la feliz noticia lo más pronto posible.
La fertilidad femenina se refiere a la capacidad de una mujer para concebir un hijo de manera natural. Es un proceso complejo que depende de varios factores físicos y hormonales. Aquí te contamos componentes que intervienen:
Ciclo menstrual: es un proceso fundamental en la fertilidad femenina. Por lo general, dura alrededor de 28 días y está regulado por hormonas como el estrógeno y la progesterona. Aquí se desarrolla un óvulo en uno de los ovarios, que luego es liberado en un proceso conocido como ovulación.
Ovulación: es el proceso donde el ovario libera un óvulo maduro que está listo para ser fertilizado. Esto generalmente ocurre en del día 14 del ciclo menstrual, aunque puede variar de una mujer a otra. La ventana de fertilidad es el período durante el cual es más probable que quedes embarazada y suele ser alrededor de cinco días antes y hasta el momento de la ovulación en sí.
Edad: la fertilidad de una mujer disminuye con los años. Las mujeres son más fértiles entre los 20 y los 30. Después de los 35, comienza a declinar de manera pronunciada, y luego de los 40, las posibilidades de quedar embarazada disminuyen significativamente.
Salud general: la salud en general juega un papel importante en la fertilidad femenina. Un peso saludable, una dieta equilibrada, la actividad física adecuada y la gestión del estrés pueden influir positivamente en la capacidad de una mujer para concebir.
Problemas médicos: algunos inconvenientes, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o endometriosis, pueden afectar la fertilidad al interferir con la ovulación o dañar las trompas de Falopio. El tratamiento médico puede ser necesario en estos casos.
Factores de estilo de vida: el consumo de alcohol, el tabaquismo y el uso de drogas recreativas pueden afectar negativamente la fertilidad. También es importante evitar la exposición a sustancias tóxicas y productos químicos dañinos.
Evaluación de la fertilidad: si una pareja tiene dificultades para concebir después de un año de relaciones sexuales regulares sin protección, se recomienda consultar a un médico especialista. Pueden realizarse pruebas para evaluar la salud reproductiva tanto de la mujer como del hombre.
Tratamientos de fertilidad: cuando se identifican problemas de fertilidad, existen varios tratamientos disponibles, como la fertilización in vitro (FIV), la inseminación artificial y la medicación para estimular la ovulación.
Consejos para aumentar la fertilidad
Una buena salud general puede tener un impacto positivo en la fertilidad de la mujer. Esto incluye seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio, mantener un peso saludable y evitar el consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas.
Aliméntate correctamente
Varios estudios han demostrado que la dieta de la mamá es uno de los factores que más influyen tanto en la fertilidad como en el desarrollo y salud del bebé, por eso lo primero que debes hacer es cuidar tu alimentación, conocer los nutrientes que pueden ayudarte y los alimentos en los que puedes encontrarlos.
Ácido Fólico: es uno de los nutrientes más importantes en esta etapa, incluso en la preconcepción, ya que ayuda a aumentar las posibilidades de lograr un embarazo. Por eso se recomienda consumir el ácido antes, durante y después. Lo encuentras en alimentos como la espinaca.
Hierro: es vital para la preconcepción, pero también durante el embarazo y la lactancia, su consumo te ayudará a evitar la anemia y reducir riesgo de trastornos en el bebé dentro del vientre como espina bífida y hendiduras orofaciales. Se encuentra en el hígado de res, en vegetales de hoja verde, las espinacas, en pescados y mariscos.
Omega 3: puede ayudar a regular además de mejorar la calidad de los óvulos. Se encuentra en algunas nueces, la macadamia, la linaza y principalmente en pescados de agua fría como el salmón.
Yodo: se ha demostrado que la falta de yodo puede afectar a la fertilidad, en especial al desarrollo cerebral durante el embarazo. Es común encontrarlo en pescados, mariscos, leche y sus derivados.
Complejo B: ayudan a aumentar las probabilidades de fecundación, y a la óptima producción de hormonas; las puedes encontrar en los granos integrales, el huevo, la carne roja, el pescado, y semillas.
Fibra: te ayudará a evitar el desarrollo de ovario poliquístico, afección que podría provocarte problemas para concebir; la puedes encontrar en los frijoles, el maíz, las lentejas, al comer las frutas con cáscara, avena y granos integrales.
Vitamina D y Calcio: tener la cantidad necesaria, te ayudará a tener los huesos sanos y fuertes, ¡listos para formar a tu pequeño!; consume productos lácteos, huevo, pescado, setas y cereales.
Evitar comer:
- La cafeína puede afectar la fertilidad, puesto que reduce el flujo de sangre dirigido hacia el útero, por lo que lo ideal sería disminuir lo más que puedas, tu ingesta de café, té, chocolate y refrescos de cola.
- Procura disminuir el consumo de bebidas endulzadas, refrescos y azúcar en general, ya que, esto puede alterar tus niveles de glucosa en la sangre y con esto, desequilibrar los hormonales, y complicar la fertilidad.
- Reduce tu ingesta de carne roja; el exceso puede elevar los niveles de amoniaco, dificultando la implantación del óvulo.
- La soya también podría hacer más complicada la concepción debido a un componente parecido a los estrógenos que produce el cuerpo, alterando los ciclos menstruales.
Consume multivitamínicos
Un multivitamínico te ayudará a complementar los nutrientes que obtienes a través de los alimentos y prepara tu cuerpo para recibir y nutrir al bebé. Compleméntalo con algunas de estas recomendaciones:
Controla tu peso: Conoce y mantén tu peso ideal (en medida de lo posible), ya que un índice de masa corporal muy bajo o alto afecta la producción de hormonas reproductivas.
Reduce el estrés: el deseo de quedar embarazada puede provocarte ansiedad, lo que no es muy bueno. Además, aumenta el cortisol que provoca irregularidades en la ovulación.
Realiza un examen físico completo: una valoración completa de tu estado de salud te ayudará a saber qué debes mejorar para lograr un embarazo, un médico es quien puede ayudarte y recomendarte los mejores tratamientos para elevar tus niveles de fertilidad.
Haz ejercicio
La actividad física es otro de los factores que más beneficios tiene para la salud y ayudan a tu cuerpo a prepararse para los cambios que tendrá, pero tendrás que evitar ejercicios muy intensos o de alto impacto, ya que pueden alterar los niveles hormonales.
Pruebas de fertilidad femenina más comunes
- Ecografía transvaginal: son ultrasonidos que aportan información sobre el útero y los ovarios que permite conocer la respuesta del ovario y del en dometrio durante el ciclo ovárico.
- Histerosalpingografía: es una prueba radiológica en la que se emplea un líquido inyectado a través del cuello del útero y que permite valorar la cavidad del útero y la permeabilidad de las trompas.
- Histeroscopia: es un examen en el cual se introduce un tubo óptico con una cámara a través del cuello uterino para visualizar la cavidad, permite una visión directa y precisa tanto del canal cervical como del interior del útero.
- Biopsia del endometrio: se realiza por aspiración de la mucosa endometrial mediante una cánula que se introduce en el útero a través del canal cervical. Se manda al laboratorio y se estudia para ver si existen algunas infecciones o anomalías a nivel del endometrio.
- Cariotipo: puede revelar anomalías cromosómicas explicando la esterilidad o infertilidad. Se realiza a partir de una analítica sanguínea.
¿Cómo enfrentar la infertilidad?
La infertilidad es la incapacidad de quedar embarazada después de un año de relaciones sexuales sin protección. Tu pareja y tú pueden ser diagnosticados infértiles, por un bloqueo de las trompas de Falopio de la mujer o una baja calidad del esperma del hombre.
Puedes sentir que la infertilidad lo absorbe todo, pero intenta no dejar que se apodere de tu vida. Cuando sientas que no estás avanzando en tu búsqueda para tener un bebé, te puede servir progresar en otras áreas: por ejemplo, empezar un nuevo pasatiempo, hacer mejoras en la casa o viajar.
Darte un descanso puede ayudarte a empezar de cero e incluso ser una oportunidad para crecer a nivel personal y mejorar tu vida. Sin embargo, si te preocupa perder tiempo por un declive en la fertilidad, habla con tu especialista.
Alternativas para ser madre
Por supuesto, según tu diagnóstico, cómo te sientas en torno a someterte a un tratamiento de fertilidad y las posibles consecuencias emocionales y económicas de hacerlo, tal vez también consideres otras formas de comenzar una familia. Esto puede implicar pensar en la donación de óvulos y esperma, la gestación subrogada (en la que una madre sustituta lleva el embarazo) o la adopción.
O tal vez no quieres pensar en ninguna de estas opciones. Sin importar que decidas, el apoyo que recibas será una ayuda valiosa para que puedas sortear los siguientes pasos para ti y tu familia.
Apoyando tu bienestar junto con las necesidades nutricionales de tu bebé en cada etapa.
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