Ojos llorosos y el lagrimal obstruido
El síndrome del lagrimal tapado es muy frecuente en los pequeños y en la mayoría de los casos se soluciona espontáneamente antes del año de edad
El síndrome del lagrimal tapado también conocido como obstrucción del lagrimal, es muy común. Son muchos los bebés que nacen con este problema que pone los ojos llorosos y, que algunas veces, incluso provoca infecciones por el exceso de secreción.
¿Cómo identificar el síndrome del lagrimal tapado?
El indicio más claro de obstrucción del lagrimal, es cuando los bebés despiertan en la mañana con muchas legañas o también cuando sufren constantemente la acumulación de secreción en sus ojos. Ambas situaciones ponen sus ojos llorosos y provocan la irritación y enrojecimiento de la piel que bordea los ojos. Este síndrome del lagrimal tapado, la mayoría de las veces, afecta a un solo ojo.
La obstrucción del lagrimal pone los ojos llorosos, ya que las lágrimas no se vacíen en las cavidades nasales y se devuelvan causando un exceso de flujo. Esto deja los ojos llorosos, con gran cantidad de legañas, secreción e inflamación de los párpados.
El síndrome del lagrimal tapado es muy frecuente en los pequeños y en la mayoría de los casos se soluciona espontáneamente antes del año de edad, aunque en algunos casos, puede requerir de una pequeña intervención quirúrgica.
¿Qué hacer ante la obstrucción del lagrimal?
El síndrome del lagrimal tapado se puede diagnosticar incluso en el primer mes de vida, pues la condición de ojos llorosos deja en evidencia el problema. Lo primero que hay que hacer es consultarlo con el pediatra, para que él de las indicaciones correspondientes cuando se presenta un caso de obstrucción del lagrimal. En estos casos, lo más importante es mantener siempre limpios los ojos para evitar infecciones, aunque la condición de ojos llorosos vuelva a llenarlos de legañas en poco rato.
Para limpiar los ojos cuando hay un caso de síndrome del lagrimal tapado, lo primero que se debe hacer es lavarse bien las manos. Luego se remoja un algodón o una gasa quirúrgica en suero fisiológico o agua hervida, para después deslizarla suavemente desde el ángulo interno del ojo hacia el ángulo exterior. Cuando se presenta un caso de obstrucción del lagrimal, es esencial usar un algodón distinto para cada ojo.
Además de la limpieza, es importante realizar masajes en el lagrimal tapado al menos dos veces al día para estimular la zona. El pediatra te enseñará cómo y cuándo hacerlo. También en algunos casos de obstrucción del lagrimal, el pediatra puede indicar el uso de algún antibiótico en gotas como Gentamicina o Tobramicina por un período determinado.
Si a pesar de los masajes y los antibióticos, la condición de ojos llorosos continúa, es probable que el pediatra te aconseje consultar a un oftalmólogo infantil, para ver si es necesario hacer una pequeña intervención para destapar el lagrimal tapado.
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