Crecimiento del niño: ansiedad de separación
Mientras tu hijo vive este proceso te sugerimos tomar una actitud cariñosa y de buen humor hacia él. Aquí te damos algunos consejos para superar esta etapa.
Durante el crecimiento del niño, cerca de los 10 meses de edad puedes notar que tu hijo se pone más regalón y le cuesta más dejarte ir cuando sales de la casa. A veces el simple hecho de no verte, aunque estés en la misma casa puede causarle llanto al niño. Esto es parte del crecimiento del niño, comenzar a sentir ansiedad de estar separado de ti.
Los niños no tienen noción del tiempo, entonces no saben cuándo ni en cuánto rato su madre va a volver. Para ellos existe sólo el presente, por eso llega un momento en que dejarlo con alguien más es sinónimo de llanto y dejarlos solos en su cama también.
Esta etapa del crecimiento del niño se conoce como ansiedad de separación y usualmente se presenta entre los 10 y los 18 meses de vida y luego decrece durante el segundo año de vida. Para algunas madres esta etapa del crecimiento del niño puede ser maravillosa, ya que se da un apego más fuerte entre madre e hijo, pero también puede ser agobiante, ya que el simple hecho de dejar al niño e ir a la pieza del lado puede generar un ataque de llanto en el bebé. Esto genera culpa y agobio.
Si tu hijo tiene un apego fuerte y sano hacia ti, su ansiedad de separación probablemente ocurrirá antes que en otros bebés y al mismo tiempo lo superará de manera más rápida. Mientras tu hijo vive este proceso te sugerimos tomar una actitud cariñosa y de buen humor hacia él. Esto porque a través de tus acciones le estás mostrando cómo expresar cariño y de esa forma estás creando su base emocional.
Aquí te damos algunos consejos para superar esta etapa del crecimiento del niño:
-Los bebés son más susceptibles de ansiedad de separación cuando están cansados, enfermos o con hambre. Si puedes programar tu salida de la casa te sugerimos que lo hagas en momentos en que tu hijo esté de buen humor, como después de la siesta.
-Trata de estar con tu bebé cuando esté enfermo.
-Intenta de que tu partida no sea un momento dramático. Pídele a la persona que se quede con tu bebé que lo distraiga a través de cosas que lo motiven. Así, puedes salir con tranquilidad y sin mayores problemas.
-No te asustes con las lágrimas de tu hijo, ya que son la manera de convencerte de que te quedes con él. Lo más probable es que en cuanto te vayas deje de llorar.
-La separación será más fácil si hacen pequeñas rutinas en casa con tu hijo. Si tu bebé gatea a otra habitación deja que esté solo un par de minutos. También prueba ir a otra habitación y hablarle para que sepa que estás en casa.
Estas situaciones, parte del crecimiento del niño, le harán ver a tu hijo que no ocurre nada terrible cuando no estás y que aunque te vayas por un rato volverás.
Si lo llevas a una sala cuna no lo dejes apresuradamente. Trata de pasar un tiempo con él y luego despídete explicándole que vas a volver por él más tarde.
Artículos relacionados