¿Estás planeando amamantar?
Pasos prácticos a seguir para antes, durante y después del parto
Como ya sabes, la leche materna es el alimento perfecto para tu bebé. Durante los primeros 6 meses de vida, le otorga todos los nutrientes que necesita. Es por eso que es bueno prepararse para la lactancia, para poder disfrutar de esta hermosa etapa.
He aquí algunos consejos para un comienzo exitoso:
Antes del parto
- Busca apoyo. Conversa con tus amigas o familiares que hayan amamantado para que compartan contigo consejos, tips y recomendaciones varias sobre posiciones, extracción, etc.
- Habla con tu médico acerca de la lactancia. Avísale que tienes la intención de amamantar y averigua qué servicios de apoyo para la lactancia ofrece tu hospital o clínica ahora y después de que nazca tu bebé.
- Obtén atención mamaria prenatal. Habla con tu médico acerca de los cambios mamarios previstos, cirugías mamarias anteriores, inquietudes hormonales (lo que incluye problemas de tiroides o diabetes) y cualquier otra pregunta médica que creas que puede estar relacionada con la lactancia. Esta preparación previa puede ayudarte a estar preparada para manejar situaciones de lactancia especiales.
- Pregunta cuáles son los procedimientos del hospital para la lactancia de recién nacidos. Averigua si hay una especialista en lactancia que te pueda visitar antes de que te vayas a tu casa con tu bebé.
- Compra un extractor de leche. Los extractores de leche son una manera alternativa de extraer la leche materna cuando tu bebé no puede tomar leche directamente por distintos motivos. Decide qué tipo de extractor adquirir, considerando la frecuencia con la que lo utilizarás. Hay desde extractores manuales más económicos para uso ocasional, extractores eléctricos más eficientes y costosos, hasta extractores de tipo hospitalario para uso frecuente y prolongado. Aprende cómo limpiar perfectamente tu extractor, ya que deberás limpiarlo antes de usarlo por primera vez y después de cada uso.
- Mete a la maleta todo lo que puedas necesitar cuando vayas a dar a luz. Para esto es recomendable que te guíes por una lista, para no olvidar nada: pijamas, bata, pantuflas, extractor de leche, protector de leche, sostenes, ropa para el bebé, chal, etc. Pregúntale a tu matrona si te puede dar una lista de verificación.
Cuando ingreses al hospital
- Si te separan de tu bebé, deben traértelo cuando muestre las primeras señales de hambre.
- Solicita que sea alimentado únicamente con tu pecho. Pide que no se le den complementos a tu bebé a menos que sean médicamente necesarios.
- Pide ver a una especialista en lactancia, que podrá ayudarte con la posición, la frecuencia y otras dudas sobre lactancia que puedas tener antes de abandonar el hospital.
Después de que nazca tu bebé
- Amamántalo lo antes posible. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las mamás amamanten lo antes posible después del parto, de preferencia dentro de la primera hora. Tu bebé puede aprovechar de inmediato las vitaminas, los minerales y las proteínas fáciles de digerir, así como los anticuerpos protectores del calostro, el líquido transparente amarillento que tus senos secretan hasta que tu leche madura toma su lugar en el transcurso de los siguientes dos o tres días.
- Practica la lactancia piel con piel. Infórmale a tu equipo de trabajo de parto y alumbramiento tu deseo de recostar a tu bebé sobre tu pecho, piel con piel, inmediatamente después del nacimiento y hasta que termine la primera alimentación. Haz esto tan seguido como puedas durante los primeros meses para ayudar a tu bebé a estar tranquilo mientras come, y a ti a tener un buen suministro de leche.
- Aliméntalo cuando tenga hambre. Amamanta a tu bebé siempre que tenga hambre, lo cual debe ocurrir por lo menos cada 2 o 4 horas.
- Usa ambos senos. Amamanta con ambos pechos para igualar la producción de leche materna. Permite que tu bebé termine de alimentarse en el primer pecho antes de ofrecerle el segundo. Si rechaza el segundo seno, ofréceselo primero cuando vuelva a mostrar señales de hambre.
- No te preocupes por los límites de tiempo. Es mejor no fijar un límite de tiempo específico para la alimentación, sino asegurarte de que tu bebé se alimente efectivamente hasta que esté satisfecho. Algunos bebés comen rápido; otros, se toman su tiempo.
- Observa si muestra señales de hambre. Es mejor no esperar hasta que tu bebé comience a llorar para amamantarlo. Mejor, observa si muestra señales de hambre, como un mayor estado de alerta, el reflejo de búsqueda (en busca del pezón) o el reflejo de succión.
- Después de una cesárea. Incluso si te han realizado una cesárea, de todas maneras es importante que amamantes a tu bebé lo antes posible. Te darás cuenta de que la posición de “rugby” será la mejor manera, ya que pone menos presión sobre tu incisión. (Imagínate la forma en que un jugador de rugby carga la pelota y comprenderás.)
Antes de abandonar el hospital
- Pregúntale a un profesional. Solicita que una especialista en lactancia observe cómo alimentas a tu bebé y te haga sugerencias.
- Aprende a extraer leche manualmente. Es posible que extraer la leche manualmente sea lo único que necesites para ablandar tus senos si los tienes demasiado llenos cuando tu leche cambie a leche madura en dos o tres días. Esto ayudará a tu bebé a sujetarse más fácilmente.
- Obtén nombres y números. Obtén los nombres y números telefónicos de los especialistas en lactancia del hospital para que puedas llamarlos en caso de que necesites consejos o respuestas una vez que tú y tu bebé estén en casa.
En casa
- Llama si tienes preguntas. Si tienes alguna pregunta o inquietud acerca de la lactancia, pídele orientación a tu médico, a la especialista en lactancia, a la consejera de un grupo de lactancia o a alguna amiga o familiar que haya amamantado satisfactoriamente.
- No esperes para recibir apoyo si sientes dolor o molestia mientras tratas de amamantar
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