La listeria en los niños
¿Cómo prevenirla? ¿Cuáles son los riesgos? Aquí te lo contamos.
La listeria es otra enfermedad del niño. Sobre ella se habla mucho pero poco se sabe sobre las consecuencias en la salud del niño. ¿Cómo prevenirla? ¿Cuáles son los riesgos? Aquí te lo contamos para que tomes las medidas necesarias y protejas la salud del niño y la de tu familia.
¿Qué es la listeria?
Esta enfermedad del niño es un tipo de bacteria que se encuentra en todas partes: tierra, agua del subsuelo y en las plantas. A pesar de esto, la listeria, y la mayoría de las infecciones en humanos, se producen por haber comido alimentos contaminados. Así, la listeria afecta la salud del niño a partir del contacto con algún alimento contaminado.
¿En que alimentos puede estar presente la bacteria de la listeria?
La listeria se encuentra en quesos y productos lácteos no pasteurizados. Otros alimentos que también la contienen es el salmón ahumado, jamón serrano y verduras. Esta enfermedad del niño, amerita precaución con estos alimentos para cuidar la salud de niño.
¿A quiénes afecta la listeria?
La listeria puede afectar con mayor presencia a personas que se consideran "en riesgo" porque son más susceptibles, entre ellas están las mujeres embarazadas, los niños por nacer y los recién nacidos. Por esto, es vital proteger la salud del niño en sus primeros meses de vida.
¿Cuáles son los síntomas de la listeria?
Los principales síntomas de la listeria son: dolor abdominal, vómitos, diarrea y dolor muscular. Síntomas que permiten detectar esta enfermedad del niño a tiempo.
¿Por qué la listeria pone en riesgo a las mujeres embarazadas?
Las mujeres embarazadas tienen una probabilidad 20 veces mayor que otros adultos sanos de contraer listeria, debido a que los cambios hormonales durante el embarazo producen un efecto sobre el sistema inmunológico de la madre que la hacen más susceptible a esta enfermedad.
¿Cómo prevenir la listeria?
Para evitar esta enfermedad del niño, recomendamos no consumir alimentos no pasteurizados (principalmente lácteos), limpiar el refrigerador una vez a la semana con cloro; lavarte las manos antes de cocinar y después de ir al baño, hacer lo mismo con tu bebé para proteger la salud del niño. También es aconsejable consumir lo antes posible todos los productos que están precocinados o que vengan listos para comer, evitando almacenarlos mucho tiempo.
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