Todo sobre la digestión de los bebés
Conoce los trastornos más comunes y cómo promover una salud digestiva.
La digestión es un proceso muy importante para absorber los nutrientes que el cuerpo necesita, así como para eliminar las sustancias de deshecho del organismo. Para la mayoría de los bebés este proceso sucede con normalidad, pero una dificultad digestiva en cualquiera de estas etapas podría significar un problema necesario de monitorear.
La capacidad que tenga un bebé para digerir los alimentos es muy importante para fomentar su crecimiento y asegurar un buen desarrollo en los años posteriores. El sistema digestivo del bebé al nacer es inmaduro por lo que es normal que en los primeros meses tenga ciertos síntomas que pudieran parecer alarmantes, pero que pueden ser naturales para su pequeña edad, un ejemplo son los cólicos. Es por eso que ante cualquier duda consulta a tu médico.
¿Cómo funciona el sistema digestivo del bebé?
El estómago de un recién nacido es muy pequeño, su capacidad al nacer es de apenas 30 a 35 ml, y aunque crecerá muy rápido, debes tener en cuenta que se sentirá lleno muy pronto, es por eso que debes asegurar mucho nutriente en poco alimento; su intestino también crecerá rápidamente, pero sus paredes son muy delgadas y su musculatura débil, por esa razón aún no puede comer alimentos sólidos, sólo Leche Materna. Si no puedes amamantar, te recomendamos asistir con tu profesional de la salud.
El aparato digestivo de un bebé puede estar preparado para recibir alimentos un poco más sólidos a partir de los 6 meses, ya que necesita nutrientes adicionales a la leche materna. A esa edad también se está fortaleciendo su capacidad de masticación; por eso, la importancia de ir progresando en texturas y variedad de alimentos con el fin de acostumbrarlo poco a poco a asimilar diferentes nutrientes, sabores y texturas.
Trastornos digestivos más comunes
1. Regurgitación y pequeños vómitos
La regurgitación en los recién nacidos es bastante frecuente. Se debe a que el esfínter, que es el músculo que funciona como válvula entre el estómago y el esófago, todavía no es muy fuerte y por eso la leche se regresa del estómago hacia la boca como un reflejo, pero a diferencia del vómito, sin fuerza.
Este trastorno es común en el primer año de vida y suele desaparecer entre los 6 y 12 meses de edad cuando los músculos del estómago se hacen más fuertes.
Algunos consejos para evitar las regurgitaciones son:
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Mantén al bebé en posición vertical media hora después de cada comida. La gravedad ayudará a evitar que lo que acaba de comer suba a la boquita.
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Ofrécele menos cantidades de comida con más frecuencia. Así facilitas el trabajo del esfínter y evitas llenar su pequeño estomaguito.
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Si su malestar se produce constantemente, coloca al pequeño de lado a la hora de dormir, así evitarás que tenga riesgo de ahogarse. En estos casos es muy recomendable consultar con un profesional de la salud.
2. Diarrea
La primera evacuación de un bebé es de color negro verdoso y se forma durante el desarrollo fetal, puede tener varias evacuaciones así. Después de unos días, las evacuaciones deben tornarse de un color amarillo y deben suceder entre una y dos veces al día si el bebé fue alimentando con fórmula, mientras que, si se alimentó con Leche Materna, el color es amarillo verdoso y sucede varias veces al día unas horas después de alimentarse.
Cuando un bebé tiene diarrea, las evacuaciones son acuosas o blandas y muy frecuentes. La diarrea en un recién nacido puede causar rápidamente una deshidratación y debe tratarse de inmediato. No dudes en consultar a su especialista de la salud en este caso.
Las causas más comunes son:
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Puede ser intolerante a la lactosa.
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Su sistema digestivo aún no ha madurado lo suficiente.
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Alimentos inadecuados que su sistema digestivo aún no puede procesar.
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Intoxicación por alimentos en mal estado.
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Contagio de alguna infección.
¿Qué hacer?
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Llévalo con el especialista de la salud.
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Hidrátalo bien, ha perdido mucha agua.
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Evita las aguas azucaradas o cualquier alimento con azúcar.
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No le des ningún medicamento que no haya sido recetado por el especialista.
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Consulta al especialista qué puedes darle de comer.
3. Cólicos
Muchos bebés presentan cólicos durante los primeros tres o cuatro meses de vida. La creencia más aceptada es que se trata de gases o dolores abdominales que se acompañan de un llanto prolongado por la molestia.
Algunos de los motivos por los que un bebé puede sentir cólicos son:
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Síntomas normales por inmadurez del sistema digestivo.
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Temperamento del bebé y su adaptación al mundo.
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Hipersensibilidad a los gases.
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Alergia a la leche de vaca.
¿Qué hacer si tu bebé tiene cólicos?
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El porteo es muy bueno para cargarlo porque lo mantienes calentito y cerca de tu cuerpo mientras te mueves.
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Masajitos en la panza, pero tómatelos en serio y hazlos regulares durante media hora o más.
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Tómalo en tus brazos recargando su pancita en tu brazo, boca abajo. Muévete rítmicamente en esta posición y dale palmaditas en la espalda.
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Existe evidencia que probióticos como L. Reuteri pueden ayudar a este síntoma.
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Si los cólicos son muy frecuentes y crees que necesitas darle algún tratamiento en especial, antes que nada, no olvides consultar con tu especialista en la salud.
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